y entre cada sentada. te creo una nota nueva.
entre pequeñas cosas que surgen en tus mares de arena,
entre estas selvas de agua y corales de tierra.
señora, joven, sumisa. tranquila se acomoda la rima,
entran notas a la orilla por tantas gotas que caen en su risa se me eriza
el pecho, y siento de nuevo un jalon en los hombros
que mueven el entorno y estos ojos,
que corren a lados enteros, quedandose ellos fijos en el fin, en todo ese entierro, en el destierro de poder tomarte de las manos, acaricias tus mas preciados
deseos y sinceros miedos del pasado,
y del presente te llega un nuevo,
un caballero, no de hierro,
sino de lo que normalmente esta hecho el tiempo del que muero.
y asi espero que mis palabras penetren mas que las que normalmente acompañan los colores de tu cuerpo.
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